Carta de un paciente
Al Centro de Rehabilitación Altergarten
De mi mayor consideración:
Me dirijo a todos quienes integran el Instituto desde sus propietarios y directores, pasando por todos los sectores, hasta aquellos que desempeñan las tareas de menor relieve, pero que sin su colaboración no se podría completar la base piramidal de la estructura orgánica del Centro.
Deseo ante todo testimoniar mi profundo agradecimiento por toda la atención que he recibido desde el momento de mi ingreso hasta el alta médica que me permite reincorporarme a mi actividad privada, aún con las limitaciones que me imponen las indicaciones de los profesionales que me atendieron y que sin duda mi familia toda, me obligará a cumplir, comenzando por mi esposa, que para mi bien es más estricta de lo que yo quisiera.
Mucho me gustaría recordar por su nombre a todos Ustedes, lo cual me resulta imposible, debido a las numerosas personas que traté, por lo cual pido disculpas, pero los identifico fisonómicamente a la mayoría.
Les dedico unas líneas a cada sector de la Clínica tratando de no omitir a nadie:
PROPIETARIOS, DIRECTORES y PERSONAL ADMINISTRATIVO
Conozco por haber dedicado parte de mis actividades laborales, a la organización, dirección y administración de empresas comerciales, las dificultades y problemas que deben enfrentar los empresarios para lograr buenos resultados en cada rubro y Altergarten, como toda empresa, necesita una excelente gestión para solventar sus obligaciones y obtener un beneficio justo, manteniendo su bien ganado prestigio, amén de la loable tarea de ayudar física y psicológicamente a las personas.
CUERPO MEDICO y COLABORADORES DIRECTOS
Esta parte de la organización, es la de mayor responsabilidad de la evolución de los pacientes y del control de cualquier inconveniente que se presente.
A ese respecto, dejo testimonio del interés, tanto profesional, como personal demostrado por todos y cada uno de los doctores, doctoras, nutricionista, fonoaudióloga, etc., del Centro, a los que siempre recurrimos los pacientes para efectuarles todo tipo de consultas, aunque no hayamos solicitado previamente un horario y que nos atiendan gentilmente.
A algunos los interrumpimos cuando pasan a nuestro lado, con gesto serio y preocupado y con la mirada hacia el piso, a otro cuando camina ligerito como si llegara tarde al trabajo, otros que siempre saludan con una sonrisa y un beso, y otros que están siempre ocupados y llenos de trabajo. Pero todos tienen un momento para escucharnos y respondernos.
La psicóloga, que siempre escucha mis consultas relacionadas con su especialidad, de manera atenta y muy agradable y hace que me sienta muy cómodo en su compañía y sus respuestas.
La nutricionista, que siempre anda a full, logró hacerme recuperar el peso perdido, con sus dietas abundantes y hoy me siento bien nutrido.
TERAPIA OCUPACIONAL y KINESIOLOGIA
En Terapia Ocupacional encontré las chicas más divertidas y ocurrentes que hacen su trabajo a la perfección, utilizando su ingenio para crear ejercicios que agilizan la mente y el ingenio, haciéndolo siempre en forma muy agradable, y obteniendo excelentes resultados según pude comprobar con muchos pacientes por el simple hecho de ser muy observador de los avances de mis compañeros pacientes.
En cuanto a mí se refiere, lograron dar buena movilidad a mi brazo y mano derecha, prueba de lo cual es este escrito que estoy haciendo.
Estas encantadoras chicas celebran todos los logros y avances con gritos de alegría y fuertes aplausos.
Sigan así siempre que es muy gratificante. Gracias.
A continuación voy al gimnasio, donde las kinesiólogas y kinesiólogos realizan pacientemente su labor recuperatoria, que requiere de ejercicios progresivos y que, en mi caso, puedo caminar, hasta sin la ayuda del bastón, al que llevo por simple precaución.
Les agradezco inmensamente su trabajo y el resultado final.
SUPERVISORAS, ENFERMERAS y AUXILIARES, MUCAMAS
En mi concepto este grupo de “mujeres de blanco” son las verdaderas “heroínas” de esta historia, pues desarrollan los trabajos más complicados: la atención personal de los pacientes en todas nuestras necesidades como las curaciones diarias de las escaras sacras, que tan dolorosas son, pero que se han curado casi totalmente a esta altura.
Las califico de heroínas por algunas de las tareas que realizan: higiene de las partes íntimas de los pacientes, la asistencia para bañarnos, que hasta algún familiar directo les produciría “cosita” hacerlas. Para ellas un cariñoso beso y agradezco sus esfuerzos.
Están dirigidas muy eficazmente por las excelentes supervisoras, que con manos firmes las controlan, haciéndoles observaciones justas cuando corresponde.
Vayan mis felicitaciones para ellas.
Las “mujeres de rosa” que se ocupan del servicio de limpieza general y del comedor y tienen una actitud diligente, siempre bien dispuestas y amables, para satisfacer los constantes pedidos de los comensales que por veces somos algo insistentes, pero casi siempre logran complacernos.
Hago extensivo mi agradecimiento a las mujeres que cocinan los alimentos que consumimos a diario, pues ponen la mejor voluntad en su trabajo.
ENCARGADA DE BUFFET DEL 1ER PISO
Normita, como yo la llamo, merece un capítulo aparte en esta nota, porque la considero mi AMIGA y con mayúscula.
Es una mujer entera, servicial, franca y sincera y cariñosamente atenta, se hizo muy amiga también de mi esposa y de mis hijas. Quiere mucho a mis nietos. A la más chiquita le celebramos el cumple número 7 y adornó el buffet con globos y la nena estaba feliz.
Pueden notar que es la única persona a quién menciono por su nombre en esta nota y eso se debe a que los amigos se los debe nombrar para que el mundo sepa quiénes son y nunca se atrevan a criticarlos en mi presencia y como amigo leal que soy encontrarán en mí al mejor defensor que puede haber.
Conociendo a Normita aprendí a mis setenta y seis años que puede existir amistad franca y verdadera entre un hombre y una mujer, sin que interfieran otros sentimientos.
PERSONAL DE MANTENIMIENTO
También forman parte del conjunto, aunque el trato es limitado, no olvido incluirlos en este escrito, pues cada vez que recurrí a ellos atendieron y solucionaron mi pedido. Mis saludos a todos ellos.
Espero no haber omitido a nadie y si involuntariamente olvidé a alguien les pido mil disculpas.
Finalmente un abrazo para los pacientes que fueron mis compañeros y compañeras con los que convivimos estos meses y en los cuales encontré compinches, con quiénes continuaremos en contacto, si Dios lo permite.
MUCHA SUERTE PARA TODOS !
Sergio Carneiro